En la estructura humana como cimiento de la misma, relacionamos al pie como base. Desde luego esta estructura no es estática solamente sino dinámica. Con la diferencia que al ser móvil presenta una variable de estabilidad y desequilibrio. La postura del pie normal garantiza la alineación de los centros de gravedad y a sus respectivos ejes. Por ende una anomalía en los pies determinará desequilibrios, contracturas y un rendimiento en su movilidad impreciso y con riesgo de lesión.
Las dos grandes causas que provocan desequilibrio en los pies son las plantillas ortopédicas sin ningún aval ni criterio en su confección y por otro lado los zapatos con arco en su interior.
El objetivo de las plantillas ortopédicas clásicas, que datan de los inicios del siglo 19 y 20, es bascular o desplazar las estructuras óseas mediante el uso de grandes soportes de arcos, a veces superior a 2cm.